9 formas de ser espiritual sin religión

Sean Robinson 24-08-2023
Sean Robinson

Si ya no te sientes auténtico al definirte por una religión organizada, no estás solo. Sin embargo, es posible que aún te sientas atraído por una práctica espiritual, ¡y eso es totalmente válido!

Es cien por cien posible tener una práctica espiritual personal próspera, aunque no te llames cristiano, ni vayas a un templo, ni leas un texto religioso concreto.

En este artículo, vamos a ver cómo puede ser para usted ser espiritual, pero no religioso. Ten en cuenta, no obstante, que esto es diferente para cada persona. Tu práctica es tuya, ¡y sólo tuya!

    ¿Qué significa ser espiritual pero no religioso?

    En esencia, ser espiritual pero no religioso significa no participar en la religión organizada, pero mantener algún tipo de práctica para conectar con el propio espíritu.

    Para algunos, la espiritualidad sin religión consiste en adquirir conocimientos espirituales a través de diversos textos religiosos; estas personas disfrutan leyendo libros como la Biblia, el Gita, etc., pero en lugar de adherirse a un texto concreto, admiran una amplia gama de textos y siguen sin identificarse con ninguna religión en particular.

    La única forma de saber si tu práctica espiritual es "correcta" es si te sientes bien con ella.

    ¿Se puede ser espiritual y no creer en Dios?

    La espiritualidad no requiere creer en Dios. Al mismo tiempo, la espiritualidad puede ciertamente incluir la creencia en Dios, y ese Dios no tiene por qué adherirse a las normas de ninguna religión organizada. Los espirituales definen a Dios por sí mismos y para sí mismos.

    Algunas personas espirituales pueden ser ambivalentes con respecto a Dios; tal vez tras haber aprendido sobre un Dios castigador a través de la religión organizada, ahora llegan a cuestionarse si Dios existe. La espiritualidad aún puede darse en este espacio de ambivalencia. Una creencia indudable en Dios no es necesaria.

    Los que no están seguros de sus creencias, o los que no creen en Dios, y punto, pueden disfrutar de una rica práctica espiritual conectando con su cuerpo, con la naturaleza o participando en una miríada de otras actividades espirituales. No hace falta creer en un poder superior para amarse a uno mismo, para apreciar la magnificencia del cuerpo humano o para encontrar la belleza en la naturaleza.

    ¿Se puede ser espiritual y creer en Dios?

    Por otro lado, ¿se puede ser espiritual y seguir creyendo en Dios? ¡Claro! De nuevo, tú defines tu espiritualidad.

    Por ejemplo Por un lado, puedes seguir creyendo en el Dios de la religión organizada en la que te criaste, pero optar por no seguir los principios de esa religión. Por otro lado, tus creencias sobre Dios pueden quedar fuera del alcance de cualquier definición religiosa, y eso también es completamente válido.

    9 formas de ser espiritual sin religión

    A continuación se presentan 9 formas sencillas de ser espiritual sin religión.

    1. Conectar con la naturaleza

    Muchas personas espirituales se sienten más en sintonía con su idea de Dios cuando están inmersas en la naturaleza. El silencio y la tranquilidad de un bosque, una playa o un jardín no sólo son propicios para la reflexión profunda; también es posible que la conexión con la Tierra, los árboles o el océano te conecte con Dios, la Fuente, el Universo o cualquier término que utilices para referirte a tu poder superior, si así lo deseas.

    2. Conecta con tu cuerpo

    "Conectar con tu cuerpo" puede parecer un concepto vago, pero se entiende mejor cuando se pone en práctica de forma constante. Sin embargo, esta práctica puede parecer completamente diferente de una persona a otra. Mientras que algunos aprecian una práctica diaria de yoga, otros obtienen mejores resultados caminando o levantando pesas.

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    La idea del movimiento consciente, en este caso, es tomar conciencia de cómo se siente el cuerpo al moverlo. Pasamos la mayor parte del día ignorando nuestro cuerpo, pero cuando somos plenamente conscientes de él (en lugar de estar atrapados en nuestra mente), estamos más en contacto con el Espíritu.

    3. Pasar tiempo a solas reflexionando

    ¿Sabes lo que realmente quieres de esta vida? ¿Sabes por qué quieres lo que quieres? ¿Sabes realmente quién eres?

    La verdad es que aprendemos a vivir con el piloto automático; de hecho, a menudo se nos recompensa. Aprendemos a hacer lo que se nos dice y a esforzarnos por conseguir cualquier validación externa que se nos presente en cada momento. Ésta es una de las muchas razones por las que nos sentimos inexplicablemente insatisfechos: tenemos muy pocos conocimientos fundamentales para escuchar nuestra propia guía interior.

    Cuando empiezas a ir hacia dentro, a preguntarte qué quieres realmente, aprendes gradualmente a seguir a tu corazón, creas o no en un poder superior.

    4. Llevar un diario

    Está bien reflexionar internamente, pero a muchas personas les resulta más fácil ordenar sus pensamientos (¡y determinar de dónde proceden!) escribiendo en un diario.

    Para ello, puedes escribir en tu diario sobre temas de autorreflexión (como éstos), pero no es necesario utilizar un tema. Si te preocupas demasiado o piensas demasiado, prueba a escribir simplemente lo que te pasa por la cabeza, sin filtros. Puede que te des cuenta de que eres más consciente de tus pensamientos, lo que te permitirá alcanzar un estado mental más claro.

    5. Sé consciente de tus sensaciones corporales

    La atención plena al cuerpo va de la mano con el movimiento consciente; no puedes tener movimiento consciente sin conciencia corporal. Al mismo tiempo, sin embargo, puedes practicar la conciencia corporal en cualquier momento del día, tanto si estás en movimiento como parado.

    ¿Es consciente de la temperatura de su piel, de la calidad de su respiración o de su nivel general de tensión o relajación? Una forma fácil de empezar a desarrollar la conciencia corporal es notar cuándo se tensan los músculos: la frente, la mandíbula, los hombros y las caderas. Practica relajar estos grupos musculares cuando se tensen. Antes de que te des cuenta, te encontrarás viviendo más en el espacio divino de tu corazón y tu cuerpo, y menos en el espacio egoico de tu mente pensante.

    6. Practica la respiración consciente

    Thich Nhat Hanh dijo una vez: " Los sentimientos van y vienen como nubes en un cielo ventoso. La respiración consciente es mi ancla. "

    El ejercicio de la respiración en caja, en particular, ha demostrado científicamente que reduce los niveles de estrés; practíquelo cada vez que su mente empiece a acelerarse y, con el tiempo, es probable que se sienta más capaz de dejar que esos pensamientos preocupantes se alejen, como las nubes en el cielo.

    7. Toma conciencia de tu mente

    Los pensamientos incoherentes de nuestra "mente de mono", o nuestro constante parloteo mental, nos separan de lo que somos en el fondo. Interiorizamos voces que hemos oído toda la vida y, con el tiempo, esas voces ahogan nuestra verdad más profunda.

    Cuando tomas conciencia de tus pensamientos, empiezas a discernir lo que es tuyo de lo que no lo es. En otras palabras, entiendes qué voces mentales provienen de otra persona y no son la verdad de lo que eres.

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    8. Disfrutar de actividades creativas

    Si te gusta cualquier actividad creativa -y a casi todos nos gusta, ya sea dibujar, escribir, cocinar, bailar, cantar, tocar música o cualquier otra cosa- probablemente sepas lo que se siente cuando te pierdes en tu arte. El tiempo pasa volando, tus creaciones parecen crearse solas y sientes una sensación de satisfacción todo el tiempo. En el acto de crear, acabas de conectarte a ti mismomás profundamente a tu alma.

    Incluso si no estás seguro de qué crear (o te preocupa que tus creaciones no sean lo suficientemente buenas), puedes empezar simplemente con algo que te guste. Si te encanta el cine, por ejemplo, permítete soñar con una película increíble que aún no se haya creado. El arte comienza en el interior, mucho antes de plasmarse en la pantalla, el lienzo o la página, por lo que incluso permitirse soñar despierto puede ser un acto de creatividad.

    9. Considera lo que Dios significa (o no significa) para ti

    Por último, puede darse la oportunidad de descubrir sus propias creencias sobre lo divino; esto puede resultar especialmente liberador si creció en una cultura religiosa estricta que desalentaba el cuestionamiento o el discernimiento individual.

    Piensa o escribe en tu diario sobre cualquiera de estas preguntas que te resuenen:

    • ¿De dónde crees que venías antes de ser concebido?
    • ¿Dónde cree que irá después de morir?
    • ¿De dónde crees que vienen tus pensamientos y tus deseos más profundos?
    • ¿Siente que alguna fuerza invisible le ayuda o le guía en la vida?
    • ¿Cómo cree que funciona esta fuerza?

    Recuerda, mientras contemplas, centrarte en lo que sientes, en lugar de en lo que te han dicho que creas. Sólo tú puedes definir tus propias creencias espirituales, ¡y no hay nada malo en creer algo diferente a lo que creen los demás!

    Resumiendo

    En resumidas cuentas: Tu práctica espiritual es para ti. No tienes por qué encajar tus creencias en ningún cajón, te digan lo que te digan. Además, hay muchas formas de conectar con tu lado espiritual sin tener que ir a un lugar de culto o leer la Biblia. Como siempre, ¡toma lo que te funcione y deja lo que no!

    Sean Robinson

    Sean Robinson es un escritor apasionado y un buscador espiritual dedicado a explorar el mundo multifacético de la espiritualidad. Con un profundo interés en símbolos, mantras, citas, hierbas y rituales, Sean profundiza en el rico tapiz de la sabiduría antigua y las prácticas contemporáneas para guiar a los lectores en un viaje perspicaz de autodescubrimiento y crecimiento interior. Como un ávido investigador y practicante, Sean entreteje su conocimiento de diversas tradiciones espirituales, filosofía y psicología para ofrecer una perspectiva única que resuena con lectores de todos los ámbitos de la vida. A través de su blog, Sean no solo profundiza en el significado y la importancia de varios símbolos y rituales, sino que también brinda consejos prácticos y orientación para integrar la espiritualidad en la vida cotidiana. Con un estilo de escritura cálido y familiar, Sean tiene como objetivo inspirar a los lectores a explorar su propio camino espiritual y aprovechar el poder transformador del alma. Ya sea explorando las profundidades de los mantras antiguos, incorporando citas edificantes en las afirmaciones diarias, aprovechando las propiedades curativas de las hierbas o participando en rituales transformadores, los escritos de Sean brindan un recurso valioso para aquellos que buscan profundizar su conexión espiritual y encontrar la paz interior y la paz. cumplimiento.