Las personas inteligentes poseen rasgos únicos que suelen estar ausentes en la población común. Por eso, para el hombre común, algunos rasgos de comportamiento de una persona inteligente siempre resultarán extraños.

No es de extrañar que la historia esté llena de innumerables ejemplos de personas con una inteligencia inferior que maltratan a personas con una inteligencia superior.

Pero, afortunadamente, ya no vivimos en la edad oscura y a medida que la tierra experimenta un cambio de conciencia, la inteligencia en la tierra aumenta y la estupidez disminuye. Esto seguirá ocurriendo en los próximos años.

Mientras tanto, aquí tienes una lista de 9 rasgos comunes que poseen las personas inteligentes y que las diferencian del resto.

#1. Las personas inteligentes suelen tener dudas sobre sí mismas.

Bertrand Russel dijo una vez: " El problema del mundo es que los estúpidos están seguros de sí mismos y los inteligentes están llenos de dudas. "

La razón por la que las personas inteligentes albergan dudas es que tienen un mayor grado de conciencia (metacognición) y siempre miran el panorama más amplio. Por eso, cuanto más entienden, más se dan cuenta de lo poco que saben en comparación con lo que hay ahí fuera.

Esta toma de conciencia les hace humildes, a diferencia de las personas menos inteligentes cuyo pensamiento se limita a su conjunto específico de creencias acumuladas incuestionables.

Según Liz Ryan, CEO/fundadora de Human Workplace, " Cuanto más inteligente es una persona, más humilde tiende a ser. Las personas menos capaces y menos curiosas no dudan ni un ápice de sí mismas. Le dirán a un entrevistador: "Soy un experto en todos y cada uno de los aspectos de este tema". No están exagerando: se lo creen de verdad. "

La investigación realizada por los psicólogos sociales David Dunning y Justin Kruger, que se popularizó como efecto Dunning-Kruger, concluye algo parecido: que las personas con menor capacidad cognitiva sufren una superioridad ilusoria y, a la inversa, las personas muy competentes subestiman sus capacidades.

#2. La gente inteligente siempre piensa fuera de la caja

El psicólogo Satoshi Kanazawa ideó la Hipótesis de la Interacción Sabana-IQ, que sugiere que a las personas menos inteligentes les resulta más difícil, en comparación con las inteligentes, comprender y adaptarse a entidades y situaciones que no existían en los primeros tiempos de la evolución humana.

Esta es también la razón por la que a las personas inteligentes les gusta ir en contra de la corriente y pensar fuera de la caja, abriendo camino para que las personas menos inteligentes les sigan.

#3. A la gente inteligente no le gusta la religión organizada

Las personas inteligentes creen que hay que comprender en profundidad un conjunto de ideas propuestas antes de aceptarlas. La mayoría de las mentes inteligentes empezarán a cuestionar la idea de Dios tal y como la presentan las religiones organizadas y tarde o temprano se darán cuenta del aparente fallo lógico.

No es de extrañar que diversos estudios hayan confirmado que existe una correlación negativa entre inteligencia y religiosidad.

Pero aunque las personas inteligentes se mantengan alejadas de la religión organizada, eso no significa que no tengan inclinaciones espirituales. De hecho, ¡muchas de ellas las tienen!

Para los inteligentes, la espiritualidad consiste en participar en actividades que les ayuden a comprenderse a sí mismos y a la existencia a un nivel más profundo. Por eso suelen sentirse atraídos por prácticas como la meditación, la atención plena, la autoindagación, el yoga, los viajes en solitario y otras prácticas y actividades relacionadas.

#4. Las personas inteligentes son empáticas

Como las personas inteligentes tienen una mayor conciencia y siempre piensan desde una perspectiva más amplia, desarrollan automáticamente la empatía.

A medida que comprendes más a los demás, también cultivas el arte del perdón. Por eso, las personas inteligentes son más indulgentes y procuran no aferrarse a la venganza.

#5. Las personas inteligentes intentan evitar confrontaciones innecesarias

Las personas inteligentes prevén el resultado de una confrontación y evitan las que parecen inútiles. Otros podrían percibir esto como debilidad, pero en realidad hace falta mucha fuerza para contener los instintos primarios y dejarse llevar.

Esto no significa que las personas inteligentes sean pasivas, sino que eligen sus batallas, se enfrentan sólo cuando es absolutamente necesario y, cuando lo hacen, se esfuerzan por mantener la calma y la serenidad en lugar de dejarse llevar por sus emociones.

Evitar conflictos innecesarios les ayuda a conservar energía para las cosas más importantes que valoran en la vida.

#6. Las personas inteligentes son menos propensas al nacionalismo y al patriotismo

Cuanto más inteligente es alguien, menos mira al mundo de manera divisiva.

Las personas inteligentes son más propensas a considerarse ciudadanos del mundo o seres conscientes, en lugar de verse a sí mismas en términos de casta, credo, secta, grupo, religión o nacionalidad.

#7. Las personas inteligentes tienen un insaciable sentido de la curiosidad

Las mentes inteligentes son innatamente inquisitivas y tienen una sed insaciable de conocimiento. Nunca se conforman con observaciones superficiales y siempre desean llegar al meollo de la cuestión. Las preguntas "por qué", "cómo" y "qué pasaría si" siguen agitándose en sus mentes hasta llegar a una conclusión racionalmente aceptable.

#8. Las personas inteligentes prefieren la soledad

Siendo curioso por naturaleza, la autorreflexión es sumamente importante para un individuo inteligente. Y el requisito previo para la autorreflexión es la soledad.

Queriendo o sin querer, las personas inteligentes siempre encuentran la necesidad de apartarse de toda la locura y pasar tiempo a solas para recargarse.

#9. Las personas inteligentes no se dejan llevar por su ego

Las personas no inteligentes son completamente una con sus mentes condicionadas. Sus egos las dirigen y no tienen la capacidad o el deseo de salir de ellas. En otras palabras, les encanta ser felizmente ignorantes.

Por otro lado, las personas inteligentes son conscientes de sí mismas y tarde o temprano se dan cuenta de que la estructura de su ego es fluida y, por lo tanto, tienen el poder de elevarse por encima de su ego.